jueves, 28 de julio de 2011

EL ACORDEÓN EN LA MÚSICA TRADICIONAL

El notable desarrollo que adquirió una conocida fábrica de acordeones de botones de Valencia, la fábrica El Cid, en funcionamiento desde mediados del XIX hasta 1929 inundó de sencillos y baratos acordeones de botonadura, fuelle de cartón de colorines y cajas de madera el mercado nacional. En Palencia en esos años -entre 1900 y 1930- más o menos no quedó pueblo en Tierra de Campos, la Vega o el Cerrato donde no hubiera uno o  varios intérpretes del instrumento, que se mantuvo únicamente y en el mejor de los casos en dos generaciones, padres e hijos, aunque en este segundo caso de manera muy minoritaria. Y en la Sierra de Gredos, en Ávila, el instrumento, se incorporó a las rondas de cuerda acompañando el baile de jotas, rondeñas y seguidillas. Lo cómodo de su transporte, lo agradable de su sonido, armonía y melodía la vez, la baratura de su precio, harán del acordeón un instrumento muy atractivo para aficionados a la música, sobre todo, entre las capas sociales más bajas. El acordeón encontrará un amplio campo de expansión fundamentalmente en el medio rural básicamente donde los paisanos utilizarán el instrumento en festividades populares, bodas, rondas y navidades y hacía que fueran muchos los mozos que lo traían de recuerdo de su estancia en el servicio militar, comprados en los almacenes de música de la capital y en las tómbolas de las fiestas una vez que se desarrolló en España como instrumento musical pasado la mitad del XIX, aunque tardaría algo más en llegar al medio rural. En el País Vasco, el acordeón junto con la pandereta, se ha convertido en el conjunto de música tradicional más característico: la trikitixa. En la imagen un cuadro de Francisco Soria Aedo, pintado en 1931 ("Villancico en Ávila"). Desgraciadamente, en Castilla y León, son escasísimas las agrupaciones folkloricas que incluyen el acordeón en sus repertorios. Para el conocimiento de este instrumento y su papel en la música tradicional es imprescindible el libro de Javier Ramos Martinez "El acordeón en España hasta 1936".San Sebastián 2009.
.

jueves, 21 de julio de 2011

LA DANZA Y EL PALOTEO DE AMPUDIA (PALENCIA)

La Tierra de Campos palentina ha conservado la mayor cantidad de elementos folklóricos de la provincia de Palencia. De todos ellos destacan, sin duda alguna, las danzas y paloteos. Desgraciadamente asistimos a un continuo goteo de desapariciones de este tipo de manifestaciones. Se perdieron para siempre, si alguien no lo remedia, los paloteos de Guaza o Baquerín y las danzas de Valoria del Alcor o Castromocho, por poner algunos ejemplos. 

Una de las danzas que todavía sigue vigente es la de Ampudia de Campos. Conserva la cuadrilla de danzantes ampudianos el traje característico de doble enaguado blanco, corto y muy almidonado, y encitado simbólico (el sol, la M de María...). Los lazos que todavía se mantienen, una decena de ellos (el Triste, el Antón, el Enrame, la Estrella...), se corresponden con otros conservados en localidades cercanas como Fuentes de Nava, aquí repiqueteados con un rasgado característico en el toque, similar al de Villanubla, ya en la provincia de Valladolid.  El repertorio se completa con las originales danzas terracampinas, en ritmos quinarios, y con el trenzado del árbol, en esta ocasión con un valseo. La danza de Ampudia se puede ver en todo su esplendor el 8 de septiembre cuando se ejecuta en honor a la Virgen de Alconada patrona de toda la comarca. Desgraciadamente se perdió el paloteo a Santiago Apóstol, y esporádicamente se sigue paloteando en la procesión del Corpus. También desapareció la figura del "galleta" que vestido de forma estrafalaria ordenaba la danza, labor que en otras localidades terracampinas corre a cargo del birria o chiborra. También se perdió el uso de castañuelas en la danza, la exclusividad de danzantes masculinos (ahora la agrupación cuenta con más chicas que chicos), y la representación de un interesante auto teatral: "La Entrada del Moro". Esta pequeña obrilla se ofrecía por la comparsa de danzantes en los actos de la fiesta de La Aparición de Santiago Apóstol  (el 23 de mayo) y es junto con "La entrada de Napoleón" en Autilla del Pino y "David y Goliat" en Dueñas uno de los pocos vestigios de teatro popular ligado a las danzas de palos que se conservan. Una buena ocasión para ver el paloteo es el próximo 30 de julio en el Festival del Palo, que ya va por su XXX edición. 

Esperemos que no tengamos que lamentar la pérdida de la danza y el paloteo ampudiano en los próximos años, pues el escaso interés por el baile tradicional, la falta de valores y el  poco compromiso de las nuevas generaciones, el éxodo rural y el pobre apoyo institucional van dando la puntilla a estas joyas, todavía vivas, de la tradición oral. En las fotos, la cuadrilla de danzantes allá por 1948 y la representación de la Entrada del Moro en 1956.

jueves, 14 de julio de 2011

EL TRAJE DE VISTAS ALBERCANO


Uno de los trajes más singulares de los indumentos tradicionales hispanos es sin duda este Traje de Vistas de La Alberca (Salamanca). Su interés radica especialmente en lo arcaico de sus piezas, de las que escasamente han quedado referencias en otras comarcas. Os dejo con un interesante vídeo en el que se hace un repaso pormenorizado a todas y cada una de las peculiaridades de este vestir serrano. La iniciativa llevada a cabo por Las Amigas del Traje de Lagartera, coincidiendo con la festividad de Corpus Christi pretende poner en valor la indumentaria tradicional española en un lugar reconocido por la importancia de su bordado tradicional. Todo un acierto. El Traje de Vistas albercano, presentado y vestido por Isabel Bernal Sánchez, especializada en joyería popular, maestra bordadora del traje Serrano y gerente del Museo del Traje de la Alberca. 

sábado, 9 de julio de 2011

LA MANCHA EN ESENCIA

Se queja Francisco Javier Moya Maleno (y no sin razón), de la poca atención que ha tenido La Mancha en la recopilación rigurosa y sistematizada de su rico patrimonio etnográfico y en especial el etnomusicológico. De ese escaso trabajo recopilatorio destaca, por su importancia, el elaborado por Alan Lomax, hacia los años 50 del pasado siglo. Ya hemos dedicado una entrada a este importante etnógrafo en el ámbito musical hispano. Centrando su trabajo en La Mancha, traemos un interesante artículo publicado en la Revista de Estudios del Campo de Montiel cuyo autor es Moya Maleno. En el se hace un repaso a tan interesante acervo musical. Un conjunto de más de un centenar de piezas entre las que se encuentran canciones de trabajo, canciones religiosas, jotas, torrás, fandangos de baile, canciones infantilesy de juegos, villancicos, nanas, mayos, romances, coplas, canciones líricas y canciones de carnaval. En la foto, tipos de Ciudad Real en la boda de Alfonso XII (Laurent).

domingo, 3 de julio de 2011

LA FLAUTA DE TRES AGUJEROS EN BURGOS

La flauta de tres agujeros, acompañada con el tamboril, hace décadas que fue sustituida, en tierras castellanas, por la dulzaina de llaves. Otrora abundante en tierras de Palencia, Valladolid, Segovia o Ávila, hoy sólo pervive en Burgos ligada a los bailes de los gigantillos y gigantones. Es por eso que, la pervivencia en Burgos de este arcaico instrumento es tan reseñable. En esta ocasión la flauta es desmontable y de cuatro agujeros. Varias melodías de este intérprete figuran ya en el cancionero de Federico Olmeda (tres pasacalles, dos bailes y las mochadas) recopiladas a fines del S.XIX.

En la zona de Las Machorras, también en Burgos, uno de los últimos intérpretes de flauta y tambor fue el señor Narciso, "el tocador" quien ejerció su oficio para los danzantes de Nuestra Señora de las Nieves hasta los años 60. Otro tamborilero de la zona existió en Villamartín de Sotoscueva, y otro más en Tamarón hacia 1930. Por último en la zona de La Ribera existió otro tamborilero como lo atestigua una fotografía que aparece en el libro de Justo del Río "Danzas Burgalesas". Olmeda, a principios de siglo, ya se quejaba de que el pito y el tamboril pocas veces podía escucharse y que antiguamente estuvo muy en boga en toda España.

Una interesante recopilación de la pervivencia de la flauta de tres agujeros en tierras castellanas y leonesas lo tenemos en este cuidado artículo de  Alberto Jambrina y Carlos Porro. Alfonso Díez Ausín nos ofrece estos temas burgaleses, de distinta procedencia, ejecutados a flauta y tamboril (baile y pasacalles de gigantillos y gigantones, danza de Nuestras Señora de las Nieves en Las Machorras, y baile de rueda serrano del Cancionero de Olmeda).
Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...