LA TIERRA DE CAMPOS PALENTINA

Tierra dura, seca, pero que florece en manifestaciones de carácter tradicional por encima de otras muchas. Es en esta zona, ahora olvidada, donde hemos recopilado elmayor número de expresiones y manifestaciones artísticas, musicales, coreográficas y de indumentaria. Aunque alejadas de las complejas y poco naturales coreografías que se recrearon en los años 50 en España y aún en los 80, el baile muestra un carácter variado de ritmos y formas entre las que destacamos:

La redondilla: En compás ternario, semejante a la jota, ha de bailarse en círculo cerrado. Se ha conservado viva en Frechilla, aunque hemos recuperado otras versiones y variantes de Grijota, Amusco, Astudillo, Paredes de Nava, Villalcón de los Caballeros o Villada.

La rueda o redondela: de carácter irregular en su métrica (5/8) es más antigua que la redondilla y se ha perdido prácticamente en la actualidad, aunque en Ampudia, Pedraza y Frechilla recogimos algunas muestras musicales y su desarrollo como baile que en movimiento continuo ocupaba toda la plaza en la que se desarrollaba la función.

El baile de la rosca de bodas: En La Cueza se bailaba a la tarde del convite de bodas un gracioso baile en torno a la mesa nupcial, teniendo como referente a los recién casados. Las letras, alusivas a la pareja o a otros hechos cotidianos del lugar , se desgranaban a son de pandereta y almirez, mientras todos los invitados bailaban alrededor de ellos parando en los estribillos a beber vino y convidarse unos a otros.

Otros bailes se han recogido en la zona: junto a un sinfín de formas de jota de dulzaina o pandereta, varios tejidos de cintas, danzas procesionales y paloteos, bailes juego como las agachadillas, el pingajo o el baile del Papudo de Paredes de Nava. Este último forma parte de la polifonía clásica palentina desde 1928, tras la armonización realizada por el maestro Guzmán Ricis.
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