La localidad terracampina de Castromocho ha conservado la danza de danzantes en honor a La Reina de los Ángeles, el tercer domingo de septiembre. Desgraciadamente se perdieron los paloteos hace ya muchas décadas. Paloteos que suponen una de las referencias escritas más antiguas, de este tipo de bailes, en la provincia de Palencia (allá por el siglo XVII). Castromocho conservó dos agrupaciones para la danza, una para la romería de La Reina de los Ángeles y otra para la Octava (esta última a cargo de la Cofradía del Santísimo Sacramento). Se diferenciaban únicamente en la cinta que, cruzada al pecho, llevaba las iniciales de la Cofradía de la Reina de los Ángeles (R.d.A.) o las del Santísimo Sacramento (S.S.) elaboradas en telares manuales, generalmente por presos, y adornadas con medallas de la Virgen. El resto de la indumentaria de la danza ha conservado el doble enaguado característico de la Tierra de Campos (y de otras comarcas hispanas) en este caso con una sobrefalda de color rojo y un pequeño mandilín blanco, junto con las cintas formando la V y la M de la Virgen María y el pañuelo coronil. La danza se acompaña con castañuelas con un único paso "el punteado", mirando al estandarte para depués girarse danzando hacia la Virgen. Uno de los momentos más importantes de la procesión tiene lugar cuando la danza es ejecutada en el interior de la iglesia de San Esteban (a pesar de las múltiples prohibiciones a la danza dentro de los templos, a lo largo de los siglos), para luego seguir el recorrido hasta la iglesia de la Reina de los Ángeles. La talla es una interesante imagen barroca de la escuela andaluza.