domingo, 28 de agosto de 2011

LAS FUENTES DOCUMENTALES: LAS IMÁGENES VESTIDERAS

Sartales, arracadas, joyeles y cadenas relumbran en el pecho  -o en ocasiones en todo el cuerpo- de  las imágenes religiosas, como favores que los devotos han recibido y que se vuelven ofrendas a la Virgen o al Santo como acción de gracias por las ayudas concedidas o la sanación lograda. Los camarines de las vírgenes de toda España guardaban celosos, como verdaderos joyeros, toda suerte de ofrendas de cera y exvotos,pero también joyas preciosas, medallas, cuentas, anillos, pendientes, collares, botones, broches, cruces y relicarios donados por los feligreses y que adornan muchas tallas populares los días de fiesta en lo que fueron galas de otros tiempos, y que, en su momento, los devotos oferentes vieron orgullosos, y emocionados prender de los dedos, orejas o al pecho lo que fueron sus joyas personales. En muchas parroquias se conservan estas piezas, en tallas y obras pictóricas se muestran estos detalles, pero pocas tan lujosamente como la imagen de la Virgen de los Desamparados de Valencia, al menos a mediados del siglo XVII (Tomás Yepes, Virgen de los Desamparados. 1644. Monasterio de las Descalzas Reales de Madrid. Patrimonio Nacional).

lunes, 22 de agosto de 2011

EL INDUMENTO COMO FUENTE DE INSPIRACIÓN PUBLICITARIA


El uso de la indumentaria tradicional como gancho publicitario, ligado a productos locales, es algo que se ha repetido a lo largo y ancho de todo el planeta. En España, es a partir del siglo XIX donde el vestir tradicional se estampa en cartelería que acompañará principalmente alimentos muy consumidos como aceites, harinas, licores, o legumbres, normalmente lucido por una muchacha que dará nombre al producto (la castellana, la asturiana, la fallera....). En muchos casos este tipo de publicidad ayudó a formar el estereotipo folklórico de una comarca. La globalización de la producción alimentaria, el desuso de este tipo de iconos considerados trasnochados en publicidad, y el hecho de que estuvieran ligado a productos muy locales, ha hecho que sean escasos los ejemplos que todavía perviven. En las fotos, aceites del Bajo Aragón, pipas de Ávila y caja de dulces de Guadalajara todos usando el indumento tradicional.


lunes, 15 de agosto de 2011

DE PITOS Y CASTAÑUELAS EN TIERRAS DE PALENCIA

Aunque el instrumento es el mismo -dos palas de madera que se golpean una contra otra- nuestros paisanos , en tierras castellanas, distinguen, no sin ciertas confusión a veces, las castañuelas de los pitos y éstos de las tarrañuelas. Por castañuelas se entiende el formato habitual de estos instrumentos, de corte andaluz y flamenco, y que se adquieren en las tiendas en épocas más modernas y vinculadas a los movimientos de los colectivos de coros y danzas. Por el contrario en los bailes y danzas naturales se tocaban los pitos y las tarrañuelas, siendo los hombres los tañedores de estos instrumentos. Aunque pocos, aún hemos alcanzado a ver y registrar los toques de castañuelas -utilizaremos de manera genérica este término- para los bailes de la jota y las danzas procesionales en sus diferentes medidas (5/8, 3/4, 3/4 y 8/8), en lo que se conoce como danza, contradanza o danza al punteado, además de ser instrumento habitual, y en ocasiones casi exclusivo, para que determinados colectivos como es el de los pastores interpreten sus rondas navideñas y villancicos, acudiendo  a la misa navideña de gallo “cascando las castañuelas”.

Por pitos se entienden  a una castañuela de corte local, propia de la zona y diferente al modelo habitual y moderno flamenco. En las localidades en las que se conservan ambos instrumentos de diferente tamaño -se reserva el término pito, para referirse al de menor tamaño-.

Labradas profusamente con navaja por motivos geométricos, bandas y picos, en los que a veces se leía el nombre del propietario, de la persona a la que se destinaba, la fecha y alguna frases agradables como “Viva mi dueño” o “Soy de Fulano de tal” y anudadas al dedo corazón con cintas o cuerdas de colores. Anilinas y tintes vegetales completaban la decoración en lo que serían unas coloristas artesanías. Los pitos que eran de menor tamaño, podían ir asimismo decorados con los mismos motivos geométricos y se anudaban en el dedo gordo de cada mano, chascando los dedos sobre ellos.

La fabricación corría a cargo de algunos ebanistas y carpinteros, por aquello del dominio de la madera y sus útiles de trabajo, aunque casi siempre fueron los pastores, que entretenidos en el campo con sus rebaños, pasaban las horas cortando, recortando y tallando todo tipo de utensilios en principio de uso habituales, cucharas, cajitas de adorno, ruecas, muñecos, etc. y especialmente castañuelas que regalaban a los propietarios de los rebaños, en pago de algún favor o por simple distracción. La madera empleada era de muy diferente factura, aunque especialmente se empleaba la de encina por su dureza y sonoridad.

En la localidad de Villamediana (Palencia) los viejos danzantes al son de flauta de tres agujeros y tamboril, acompañaban la danza con dos toques: El  “carracasclás”  el “tacalacatá”, en lo que ordenaba un ritmo de danza en compás de 5/8 y otro de remate en 2/4.

También en la Montaña  Palentina fue asimismo instrumento masculino para el baile, muy alejado del recuerdo leonés de los puertos donde las mujeres acompañaban con destreza los bailes del pandero emparentadas con las asturianas. Aunque olvidado el uso casi incluso masculino -solamente conocimos un tocador en Herreruela de Castillería, que las tocaba de joven al baile- de otro lado del límite provincial, en la indisoluble montaña cántabra, afloran algunos testimonios de uso femenino de las tarrañuelas en el cercano valle purriego, ya en Cantabria, y en tierra dentro de La Montaña. Todos los demás testimonios del uso montañés, que los hay, son justos y escasos en la utilización del instrumento, en comparanza a la Tierra de Campos y el Cerrato.

Fuera de los colectivos de paloteo y danzas, obligado en los ocho componentes de la cuadrilla, la castañuelas acompañaron todo el desarrollo de la jota y la redondilla de Tierra de Campos -no sólo los estribillos-, y los bailes a lo ligero montañeses junto a la dulzaina y la pandereta, aunque solamente algunos aficionados -pero diestros tocadores- se hacían acompañar con los instrumentos en los bailes festivos.


lunes, 1 de agosto de 2011

CORROBLA DE BAILES EN CERVERA (PALENCIA)

El próximo día 15 de agosto por la tarde, Corrobla de Bailes pondrá en escena su espectáculo del Baile tradicional de los Montes de Torozos en la villa montañesa de Cervera de Pisuerga, al norte de la provincia de Palencia. Acompañarán al baile tradicional las danzas de palos de Becerril de Campos, recientemente recuperadas.

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