sábado, 26 de febrero de 2011

EL CARNAVAL DE VILLAR DE PEDROSO (CÁCERES)

Muy cerquita de Lagartera, ya en tierras cacereñas, se encuentra Villar de Pedroso. Una localidad que ha conservado un interesante Carnaval de Ánimas. La Soldadesca, el Baile del Serengue, el Ramo, o el Baile de la Bandera son elementos que configuran el muy antiguo caranaval cacereño que recomendamos. Ellas conservan en su indumentaria, la montera femenina de los que tan pocos ejemplos se han conservado en el vestir extremeño.

viernes, 18 de febrero de 2011

LAS FUENTES DOCUMENTALES: LOS LIBROS DE VIAJES


La literatura de viajes ha constituido uno de los géneros literarios más abundantes a lo largo de la historia. Desde la antigüedad hasta nuestros días, ha existido una notable preocupación por dejar constancia de todo aquel lugar visitado, de su cultura, patrimonio histórico, economía, costumbres y tradiciones, etc. Esta fuente documental permite obtener, de primera mano, descripciones de usos e indumentaria de muchas zonas rurales españolas. En España, en la segunda mitad del siglo XVIII, tenemos ejemplos tan importantes como la obra de Antonio Ponz, Viaje de España.

domingo, 13 de febrero de 2011

EL BAILE DEL RIGODÓN

De origen francés, este tipo de bailes de salón centroeuropeos se ha conservado en algunas localidades a lo ancho de la geografía española. En Aragón se tiene muy documentado el Rigodón de Sarrión, en Teruel (en la foto bailando las mujeres una de sus múltiples figuras). En la Seo de Lérida se conservan partituras de principios del siglo XIX de rigodones junto a bailes de gitanas y paloteos. En Toledo aparece en el pueblo de La Mata ligado a las fiestas de San Sebastián y en Castilla y León encontramos rigodones en la Tierra de Campos, el más conocido, aunque no el único, el de Villalcázar de Sirga, en Palencia. Es un baile de parejas donde un jefe de baile o bastonero marca los cambios que se han de efectuar marcando las distintas figuras que reciben diferentes nombres (el corro, la sierra, los puentes...). Los bailes centroeuropeos (mazurcas, valses, polcas y rigodones principalmente) entraron con fuerza durante el siglo XIX sustituyendo en muchos casos los bailes del país y marcando la diferencia entre el baile suelto y el baile a "lo agarrao". Y como casi todo, el baile se exportó en su tiempo a las colonias españolas (como ejemplo os dejo este vídeo de un rigodón filipino) así como al resto de colonias de origen europeo (os enlazo un rigodón canadiense).

viernes, 11 de febrero de 2011

PARDICAS Y MALAGUEÑAS MURCIANAS

En el sureste español todavía gozan de buena salud las rondas y cuadrillas de animeros cuya base son los instrumentos de cuerda y la voz. Del mítico programa RAÍCES, os traemos unos bailes de las estribaciones de la Sierra de Moratalla y Caravaca de la Cruz: malagueñas y pardicas bailadas por las gentes, que todavía en los años 70, habitaban el campo español. El baile tiene el sabor de lo auténtico, sin aditamentos. Muy recomendable.

viernes, 4 de febrero de 2011

UNA REFOLKLORIZACIÓN A TENER EN CUENTA: EL CASO FRANCÉS

Les Bethmalais (Bethmale, 1906),  Les jeunes de Biros o Les Biroussans  (1921), Les Balaguérais de 1922, el grupo Massatois , el de Saint Paul de Jarrat, “les pinsous” de Saint-Girons, de Arget (estos últimos organizados entre 1929 y 1939) , todos de la zona del L`Ariége y Couserans en los pirineos gascones, justamente del otro lado de Vielha constituyen algunos de los primeros estadios de la refolklorización francesa y que en muchos aspectos se desarrollaría de forma similar en España.

Mientras en muchas partes de la zona española tardamos medio siglo más en ponernos a trabajar -también es verdad que los años de cambio drástico en la tradición derivados después del conflicto bélico civil de 1936 se produjo veinte años más tarde que en el caso francés con la primera guerra mundial- en aquellas zonas pirenaicas de los primeros años del XX, se desarrollaron varios grupos folklóricos formados incluso por las viudas y los huérfanos de la guerra, que realizaban actuaciones folklóricas y concursos de trajes para los turistas que acudían a tomar los baños o los aires de la montaña. Posteriormente se desarrollaron las recreaciones y coreografías de escenario, a partir de diferentes directores de estas agrupaciones y en los años sesenta y setenta hubo un vuelta atrás, una mirada nueva al repertorio más natural y tradicional, la “recherche” que en España pasó a realizarse a mediados de los ochenta y noventa.

En el repertorio tradicional bailes como la bourrée, la traversée, la traversée à huit, la castaña, le quadrille et la polca, la polca piquée y la gigolette  que se interpretaban por famosos músicos como Pigalhe (1873-1936) que tocaba el hautbois (el oboe tradicional) o Le Clitchou (hautbois acompañado de una persona con tambor) o Alphone Sentein (hautbois y violín) y posteriormente el acordeón.

Sea como fuere, el caso es que los bailes y la rica indumentaria tradicional de L’Ariege y Couserans, se siguen enseñando por gentes, que ni ellos, ni sus padres y muchas veces ni sus abuelos los aprendieron más que a través de la enseñanza en grupos folklóricos o en la escuela -como se hace ahora allí-. En nuestro caso muchas veces hemos aprendido de la gente que directamente lo bailó en el medio rural y que en algunos casos usaron las prendas que llamamos tradicionales y que ahora ha de hacerse mediante una enseñanza de escuela como ha pasado en el caso francés. Sin duda allí, al menos en esta zona, y también gracias al gran trabajo que desde Toulouse realizaron el Conservatoire Occitan y Pierre Corbefin el patrimonio etnográfico pirenaico sigue vivo.

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