sábado, 28 de mayo de 2011

EL COLOR Y LA FORMA EN CARBAJALES DE ALBA (ZAMORA)

Tipos carbajalinos de Laurent (último tercio del siglo XIX)

De sobra es conocida la artesanía textil de Carbajales y los llamativos trajes bordados en los talleres locales. La creación de los talleres se originó a partir de la visita a la localidad de la Escuela de Cerámica madrileña dirigida por Francisco Alcántara en 1930, que se había desplazado allí para trabajar sobre acuarelas, esculturas y lienzos de motivos etnográficos y paisajísticos. El primero de ellos empezó su funcionamiento en 1938 con el apoyo de Jacinto Alcántara, hijo de don Francisco y posteriormente pasó a las cátedras de Sección Femenina y Auxilio Social quienes continuaron con los talleres en la línea habitual de su trabajo, buscando una “cierta” regularización en modelos y formas que contrastaba en algo con los modelos y formas antiguos, aunque mantenía muy a groso modo “los aires” y el laborioso trabajo artesanal. A diferencia con otros talleres textiles como los toledanos de Lagartera y Oropesa o el salmantino por ejemplo, ha ido perdiendo algunos de los modelos, cortes, motivos y formas tradicionales en los géneros, así como los encajes metálicos de oro y plata y lentejuela “de oro” de huevecillo aunque el impecable bordado a mano resiste contra viento y marea merced a las escasas ayudas institucionales. El empaque de los viejos trajes aún lo observamos en las bailadoras que acompañaron al conocido tamboritero tío Minero o con el fole de la gaita a los sones del charro y el corro y lo hacían con tonadas como esta que añadimos, recopilada por García Matos al dicho Minero. Mejor fortuna tuvo "el traje de roble" del hombre, que siguió luciendo un poco más a la antigua en los festivales y encuentro folklóricos de posguerra hasta que fue absorbido por el estereotipo zamorano. El lujo de las mujeres dejaba verse en joyas, moarés y en las sayas de las charras carbajalinas como un prado multicolor por el que repicoteaban pájaras, se pintaban mariposas y serpenteaban culebras entre toda suerte de plumas y flores. Ahora, ese prado florido espera reverdecer con la preocupación en el pueblo por la recuperación de la vieja y rica indumentaria.

Carlos Porro

Fotos de la Sección Femenina, luciendo el traje carbajalino


El Tío Minero con un grupo de carbajalinos

Tonadas recopiladas por García Matos al Tío Minero

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