Todavía hoy en día persiste el uso de gorras de paja de centeno trenzada en comarcas serranas de Ávila, Salamanca, Cáceres y Segovia. Gorras con visera adornadas con el "encarrujado" o "lechugado" en múltiples variantes, acompañado de telas aplicadas o lanas y botones de colores. Algunos modelos incluían un corazón o distinguían el estado civil de la que la lucía. Muy conocida es la famosa gorra de Montehermoso, las gorras de La Armuña charra, las del Rebollar o las "sombreras" de La Cuesta o San Pedro de Gaíllos en Segovia. En muchos casos, algunos centros de producción como Solana del Rioalmar, en la Moraña Alta abulense surtían a las comarcas vecinas, de una pieza de la indumentaria pensada básicamente para el trabajo al sol. En la foto, serranas de Navalosa (Ávila).